El Bayern de Múnich confirmó ayer su espectacular momento de forma con una victoria de peso en la Champions League. El conjunto alemán venció por 3-1 al Chelsea en el Allianz Arena, en un partido donde reafirmó su superioridad y su capacidad de trasladar el dominio de la Bundesliga al escenario europeo.
Tras un arranque de liga perfecto con tres victorias en tres partidos, el Bayern encaraba este duelo con la presión de demostrar que su estado de forma no era casualidad. Y lo hizo con autoridad: intensidad, pegada y un Allianz Arena entregado para sellar un triunfo que les coloca como grandes favoritos de su grupo.
El Chelsea compitió, pero no fue suficiente
El equipo londinense mostró destellos de calidad y llegó a recortar distancias, pero no llegó a contrarrestar la verticalidad y la potencia ofensiva del Bayern. A pesar del esfuerzo, aun así, el Chelsea debe seguir mostrando su nivel en los partidos restantes y demostrar quién es el campeón del mundo.
La diferencia de experiencia y de confianza quedó reflejada en el marcador. El Bayern no solo ganó, sino que lo hizo transmitiendo una sensación de control y superioridad que puede marcar el devenir de la fase de grupos.
Un Bayern lanzado en todas las competiciones
Con este 3-1 al Chelsea, el Bayern suma ya pleno de victorias en todas las competiciones oficiales que he disputado, hasta el momento. La solidez defensiva, el equilibrio en el medio campo y el acierto en ataque convierten al conjunto bávaro en un rival temible.
La afición alemana sueña con volver a ver al equipo levantar la Champions, y actuaciones como la de ayer confirman que el Bayern está en el camino correcto
