Ha pasado poco más de un año desde aquella final de Champions League perdida ante el Real Madrid en Wembley. Pero el Borussia Dortmund ha resurgido, se ha reconstruido, y aterriza en Estados Unidos con el cuchillo entre los dientes: quiere reinar en el Mundial de Clubes 2025.
Los alemanes llegan al torneo como uno de los equipos más fuertes del Grupo F, donde comparten cartel con Fluminense, Ulsan HD y Mamelodi Sundowns. Y aunque el cartel de favorito lo comparten con los brasileños, el Borussia Dortmund sabe que no puede confiarse.
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— Borussia Dortmund (@BVB) June 14, 2025
Nuevo ciclo, misma identidad
Tras la salida de Edin Terzić a final de la temporada 2024, el banquillo ha pasado a manos de Nuri Şahin, exjugador del club y exasistente técnico. El turco ha devuelto frescura al vestuario y ha apostado por una mezcla de talento joven y experiencia.
En punta, el fichaje del goleador Serhou Guirassy ha sido clave para tapar la marcha de Haller. Y en el medio, la solidez de Emre Can y la creatividad de Julian Brandt siguen marcando el ritmo. Mención especial para el joven Jobe Bellingham, que está llamado a ser uno de los nombres del torneo.
Un título que falta en su vitrina
El Dortmund ha ganado Bundesliga, Pokal, Supercopas y, por supuesto, la Champions de 1997, pero aún no ha conquistado un título intercontinental. El Mundial de Clubes 2025 podría ser esa joya que le falta a un club que, tras años de transición, vuelve a soñar en grande. El reto está servido. Y el Muro Amarillo, aunque no pueda llenar el Signal Iduna Park, estará más presente que nunca desde la distancia. Porque si algo define al Dortmund, es su capacidad de volver cuando nadie lo espera.