El fútbol sudamericano asegura presencia en cuartos con un duelo vibrante entre dos históricos que trasladan su rivalidad al escenario internacional de Filadelfia. El Mundial de Clubes 2025 ya tiene uno de sus cruces estrella. Palmeiras y Botafogo, dos referentes del fútbol brasileño, se verán las caras este sábado en los octavos de final del renovado torneo internacional que se disputa por primera vez con formato de 32 equipos. El duelo, se celebrará en el Lincoln Financial Field de Filadelfia a las 12:00 horas locales, 18:00 hora española.
El choque representa mucho más que una simple eliminatoria. Se trata de un clásico reciente del fútbol brasileño, con cuentas pendientes tanto en el plano deportivo como emocional. Palmeiras, dirigido por Abel Ferreira, llega como uno de los equipos más sólidos de la fase de grupos, mientras que Botafogo, comandado por Artur Jorge, ha sido una de las sorpresas del torneo, logrando una clasificación brillante tras dejar atrás a rivales como el PSG y el Seattle Sounders.
Un duelo con historia reciente y sed de revancha
La rivalidad entre ambos clubes ha crecido en los últimos años, especialmente tras la remontada histórica de Palmeiras en el Brasileirão 2023, cuando arrebató el título a Botafogo en las últimas jornadas. Ahora, el escenario es global y la presión aún mayor. El vencedor de este duelo no solo avanzará a cuartos de final, sino que ganará peso simbólico en la pugna por el liderazgo del fútbol sudamericano.
Estrellas en ascenso y estilos contrastados
El encuentro servirá también como escaparate para jóvenes talentos. En el conjunto paulista, el foco está puesto en Estêvão, la joya de 18 años que ya ha despertado el interés de clubes europeos. En Botafogo, todas las miradas apuntan a Igor Jesus, delantero revelación del torneo, autor de goles decisivos y objetivo de varios equipos de la Premier League.
En lo táctico, se espera un planteamiento agresivo por parte de Palmeiras, con presión alta y verticalidad por bandas, mientras que Botafogo podría optar por un sistema más conservador, aprovechando el juego directo y las transiciones rápidas. La baja por sanción del mediocentro Gregore obligará a los cariocas a reestructurar su centro del campo.
Ambiente de alto voltaje
Filadelfia será testigo de un ambiente único. Miles de aficionados brasileños ya se han hecho notar en las calles de la ciudad, en una movilización sin precedentes para un partido que se juega lejos de Sudamérica. Las entradas están prácticamente agotadas y se espera un estadio lleno, con el color y la pasión característicos de las hinchadas de Palmeiras y Botafogo.
Además del prestigio, el pase a cuartos supondría un impulso económico y deportivo para cualquiera de los dos clubes. El ganador se enfrentará al vencedor del cruce entre el Chelsea y el León mexicano, lo que podría abrir la puerta a una semifinal de altísimo nivel.
Con todo en juego, Palmeiras y Botafogo trasladan su rivalidad local a la gran escena global. El Mundial de Clubes se enciende con un clásico brasileño que promete marcar un antes y un después en la historia del torneo.
