El Chelsea está viviendo un Mundial de Clubes algo peculiar. Para llegar a la final, el equipo inglés ha tenido que enfrentarse a varios clubes brasileños, algo poco habitual para un equipo europeo. Ya se midió a Flamengo en la fase de grupos, luego venció al Palmeiras en cuartos de final, y ahora jugará las semifinales contra el Fluminense, otro grande de Brasil.
El camino comenzó con mal pie. En la segunda jornada de la fase de grupos, el Chelsea perdió por 3‑1 ante Flamengo, en un partido en el que empezó ganando pero no pudo aguantar el ritmo. Los brasileños remontaron y dejaron en evidencia las debilidades del equipo dirigido por Enzo Maresca. Sin embargo, los ingleses no se rindieron.
En octavos de final, el Chelsea reaccionó con fuerza. Derrotó al Benfica por 4‑1 en un gran partido que se resolvió en la prórroga. Después, se enfrentó al Palmeiras, y ganó por 2‑1 gracias a un gol de Cole Palmer y un autogol del portero Weverton.
Chelsea: a la final por la ruta de la ‘samba’
Ahora, el Chelsea se verá las caras con el Fluminense, que viene de eliminar al Al‑Hilal por 2‑1. Este será su tercer rival brasileño en el torneo, una rareza en este tipo de competiciones.El partido contra Fluminense se jugará el martes 8 de julio en el MetLife Stadium. Si el Chelsea gana, llegará a la final tras una verdadera “gira brasileña”.
