Hay entrevistas que no se sienten como entrevistas. Se sienten como una conversación que podría haber ocurrido en un bar, en un estudio de radio o en un viaje largo por carretera. La charla con Dani Garrido, director de Carrusel Deportivo y una de las voces más reconocibles de la radio española, pertenece a esa categoría: natural, cercana, llena de recuerdos y de pequeñas lecciones que solo alguien que ha vivido la radio desde dentro puede regalar.
Desde el primer minuto, Dani transmite algo que no siempre se ve en los grandes nombres del periodismo: humildad y memoria. No ha olvidado de dónde viene ni quién le abrió la puerta.
“Mis inicios fueron más intuición que plan”, confiesa mientras recuerda aquellos primeros días en Radio Bilbao, cuando la radio era más vocación que oficio y más sueño que rutina. Habla de madrugones, de nervios, de la magia de entrar en un estudio por primera vez. Y lo hace con una sonrisa que no necesita sonido para sentirse.
De la cabina al plató: un salto que no estaba en el guion
La televisión llegó después, casi sin buscarla. Dani lo cuenta sin épica, como quien recuerda un giro inesperado en una historia que ya iba bien. El tercer tiempo en Movistar+, fue su ventana a otro ritmo, otro lenguaje, otra forma de contar. “La tele te obliga a mirar distinto”, explica. “Pero la radio… la radio te obliga a sentir”.
Ese contraste, lejos de dividirle, le completó. Hoy se nota en su forma de narrar, en su manera de escuchar, en cómo construye un relato que no depende solo de lo que pasa en el campo, sino de lo que pasa en la gente.
Consejos para una generación que viene pisando fuerte
En la charla, Dani se detiene especialmente en algo: los nuevos periodistas. No habla desde la superioridad, sino desde la experiencia. “No tengáis prisa”, recomienda. “La prisa mata la curiosidad, y sin curiosidad no hay periodismo”.
También insiste en la importancia de equivocarse, de preguntar, de observar. De no imitar voces ajenas, sino de encontrar la propia. “La radio premia la autenticidad”, dice. “Y la audiencia nota cuando eres tú y cuando estás interpretando a otro”.
Para quienes empiezan, escucharle es casi un alivio: no todo es inmediatez, no todo es viralidad, no
todo es correr. A veces, lo que marca la diferencia es detenerse un segundo más que los demás.
La radio como refugio
A lo largo del encuentro, hay un hilo que vuelve una y otra vez: la radio como lugar seguro. Para él, para los oyentes, para quienes la hacen. Habla de noches largas, de goles que se narran con el alma, de silencios que dicen más que cualquier frase. Habla de equipo, de familia, de un programa que lleva décadas acompañando a millones de personas y que él dirige con respeto casi reverencial.
Dani Garrido no presume. No necesita hacerlo. Su trayectoria habla sola, pero él prefiere hablar de los demás: de los compañeros, de los oyentes, de los jóvenes que vienen detrás. Y ahí está, quizá, la clave de su éxito: la radio no es suya, es de todos.
Un final que no es final
La entrevista deja la sensación de que podríamos haber seguido hablando horas. De que cada respuesta abría una puerta nueva. De que detrás de la voz que escuchamos cada fin de semana hay una historia llena de trabajo, intuición y cariño por un oficio que no siempre se reconoce como merece.
Y lo mejor es que esto es solo una parte
Aquí abajo tienes la entrevista completa en vídeo, donde Dani Garrido cuenta, con su voz y su ritmo,
todo lo que aquí apenas hemos podido rozar. Porque hay conversaciones que es mejor verlas, escucharlas y sentirlas.






