El Girona FC en apenas un año ha pasado de ser el equipo revelación en la temporada 23/24 tras alcanzar el tercer puesto en LaLiga y con ello un billete de participación en la máxima competición europea, a ocupar a día de hoy, puestos de descenso en la temporada 25/26.
La participación europea, que debía ser un premio para el club, terminó demostrando las carencias de la plantilla del Girona FC. El equipo de Míchel, empezó debutando en la máxima competición europea con mucha ilusión, pero pronto se vio superado por los rivales de la competición. La exigencia de jugar miércoles y domingos, sumada de una plantilla más pequeña y menos competitiva hizo que pasase factura en la competición de LaLiga.
Un equipo irreconocible en el campo
El contraste de la temporada 23/24 es evidente. Entonces, el Girona FC de Míchel deslumbraba por un juego ofensivo y atrevido. El equipo era vertical, con transiciones rápidas y una gran capacidad para generar ocasiones gracias a la movilidad de Dovbyk, máximo goleador, imaginación de Savinho y el control de Aleix García. La presión alta y la salida de balón sorprendió a grandes clubes como el Barça o el Atlético de Madrid, a quienes los gerundenses pudieron dominar.
Hoy, sin embargo, el conjunto parece una sombra de aquella temporada. La marcha de piezas claves, sin ser reemplazadas ha hecho que el Girona FC sufra en el terreno de juego. A pesar de haber nuevas incorporaciones, no han ofrecido la misma regularidad, compromiso e impacto que en la temporada 23/24. Está combinación hace que el Girona FC sufra por llegar a portería y generar ocasiones de gol, además de una pérdida en la defensa. La presión se ejecuta tarde, las líneas están más separadas lo que hace que los equipos encuentren huecos con facilidad y de ahí la imposibilidad de abrir el casillero de puntos.
Un vestuario en tensión
A estas dificultades hay que sumarle el ambiente tensionado del vestuario. David López, tras la derrota contra el Villarreal, expresó públicamente su descontento con el equipo debido al poco compromiso y dedicación. Pero no fue el único, Míchel, entrenador del conjunto rojiblanco catalán, reafirmó las palabras de David López y comentó que es necesario la creación de un equipo sólido para poder sumar puntos.
De Europa al abismo
El sueño de participar en el campeonato europeo pasó a ser una pesadilla. El Girona FC se vio obligado a competir en terrenos internacionales, mientras su rendimiento en LaLiga disminuía notablemente.
A falta de muchos meses y jornadas por delante, el sueño del club ya no es participar en Europa, sino evitar el descenso y subir puestos en el casillero de puntos. El Girona FC ha pasado de estar en el cielo a una total incertidumbre sobre el futuro del club.
