“Qué manera de aguantar, que manera de sufrir, que manera de subir y bajar de las nubes…” así empieza la canción de Joaquín Sabina en -Motivos de un Sentimiento-. Y no es casualidad que ayer el partido fuese un torbellino y se viviesen tantas emociones en los 90 minutos. El Atlético de Madrid demostró en el campo, a las órdenes del Cholo, todo lo que expresa la canción: la manera de crecer, de sentir y de soñar. Cuando un equipo es capaz de arrebatar la victoria a un FC Barcelona inmenso dos veces seguidas en su propio campo y en la misma temporada no es casualidad, sino que es coraje y corazón, como dice el himno colchonero.
El Atlético de Madrid se vio sentenciando la eliminatoria en los primeros 10 minutos del partido de ida. Más tarde le dieron la vuelta al partido pidiendo en el 45 que pitasen el final. La segunda parte el Atlético recibió otro gol que casi sentenciaba la eliminatoria. Pero los últimos diez minutos de partido, logrando ese empate a cuatro, dejaron una sensación de alivio y alegría que es inexplicable. Y teniendo en mente que el segundo asalto de las semifinales es en el Metropolitano, como para no irte con una sonrisa de Barcelona.
¿El mérito del empate al final del partido? Es complicado señalar solamente a uno como obrador del empate. Habría que dar créditos a toda la conjura que Simeone preparó para el partido. Desde las intenciones que tuvo desde el primer momento con dos goles en siete minutos. Pasando por la reacción que tuvo con el dos a cero, de seguir atacando y no poniendo “el autobús”. Incluso con el 4-2, que cualquier entrenador podría llegar a plantearse el cerrar el partido con dos goles en contra, siendo un posible mal menor. Simeone conjura perfecta del partido con la eficacia de sus revulsivos. Una asistencia de Correa para Llorente y el cuarto gol de Sorloth a pase de Samu Lino. Todo ello le llevó de nuevo a ganarle la partida a Hansi Flick, no solo en el resultado, porque finalmente fueron tablas, sino una victoria más psicológica.
Ayer vivimos un partido de la época de los 90, esos de los que siempre te acordarás, por la goleada con remontadas incluidas, por las emociones vividas y porque no fue un partido de blandengues. Podemos decir que ha sido uno de los partidos de la temporada sin ningún pelo en la lengua. Vimos a dos equipos fuertes en sus bloques y con ganas de ganar la batalla en el primer asalto. Pero no, ayer no se aventajó nadie en la eliminatoria. ¿La parte negativa? Que hasta el dos de abril no podremos ver y comprobar cómo se resuelve la eliminatoria que otorgará el honor de acudir a La Cartuja como candidato al título copero.
Mientras tanto, ambos equipos siguen vivos en las tres competiciones. En este mes de marzo, veremos si alguno de los dos candidatos al trofeo de borbones se queda fuera de la Champions o descarrilado de LaLiga.
