El Atlético de Madrid murió en la orilla

Una decisión inédita en la tanda de penaltis cuesta la eliminación de los del Cholo en la máxima competición europea.
El equipo con Simeone en el partido ante el Villarreal

El fútbol es cruel, y la Champions League aún más cuando se trata del Atlético de Madrid. Los del Cholo cayeron eliminados en casa, frente a su máximo rival, otra vez en los penaltis. 

Parecía una tanda normal, con la tensión a flor de piel, sabiendo que cada lanzamiento puede ser definitivo, hasta que Szymon Marciniak, y el equipo encargado del videoarbitraje, anuló la pena máxima de Julián Álvarez, minutos después de darla por válida. ¿El motivo? Llevar a cabo dos contactos con el esférico tras el silbatazo del colegiado. 

No hay dudas, la norma es igual para todos y debe ser aplicada, como también debe salir la UEFA a dar explicaciones sobre la corrección de este penalti, y compartir con el mundo la imagen con la que se tomó la decisión. Ya vimos al técnico argentino preguntar a los periodistas si alguno lo había visto claro en la rueda de prensa posterior al encuentro:

“A cualquiera aquí: que levante la mano si vio que Julián tocó el balón dos veces en el penalti. ¡Vamos! ¿Y? ¿Listos? Que nadie levante la suya. Otra pregunta”.

“Nunca he visto que el VAR pida revisar un penalti en una tanda de penaltis”.

El plan de Diego Pablo Simeone era perfecto, y la ejecución de sus jugadores fue impecable. Todo el mundo sabía que el conjunto rojiblanco saldría en trompa tras del espectacular recibimiento al equipo y el mosaico previo al inicio del partido. Todo el mundo, menos Ancelotti y sus jugadores, que pecaron de falta de contundencia y encajaron el tanto que igualaba la eliminatoria a los 28 segundos de partido.

Era el momento de hacer lo que el Atlético de Madrid y Simeone mejor saben hacer, levantar un muro para defender el resultado y buscar las cosquillas al Real Madrid al contragolpe. Con el equipo como pez en el agua, y los visitantes sin encontrar ningún reducto por el que tratar de igualar el partido, llegó el único susto de la noche, penalti sobre Mbappé, que Vinicius mandaría a las gradas. 

Y es que Simeone supo maniatar al Real Madrid hasta en la prórroga, los locales tiraron de sacrificio y solidaridad para forzar la tanda en su estadio y con su público más encendido que nunca.

Aquí llegó la polémica, en mitad de los penaltis se revisó y anuló el lanzamiento de Julián Álvarez, decisión que condenó al Atlético de Madrid.

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