Partido de mínimos. El Barça se tuvo que trabajar el triunfo ante el Rayo Vallecano y el liderato de LaLiga en Montjuic. En un encuentro en el que los más destacados por parte de ambos lados fueron los porteros. Tanto Szczesny como Batalla se mostraron muy seguros para repeler las embestidas de uno y otro. En líneas generales, el FC Barcelona empezó bien el partido, con Pedri dirigiendo al equipo, como de costumbre, y filtrando buenos pases a una delantera culé que participó poco en el encuentro. Ni Lewandowski, ni Raphinha destacaron en la faceta ofensiva. Tampoco lo hizo Lamine Yamal en el partido en el que cumplía el centenar de encuentros como profesional, sumando FC Barcelona y Selección Española.
El partido se desequilibró en el momento en el que el árbitro, Diaz de Mera, fue a revisar el monitor del VAR advertido de un agarrón de Pathe Ciss sobre Íñigo Martínez en un saque de esquina que el colegiado estimo como penalti. La pena máxima fue cobrada con éxito por Robert Lewandowski para hacer el que sería el único gol del partido. La polémica del encuentro radica en la existencia de otro agarrón en el área contraria obra de Pau Cubarsí sobre el propio Pathe Ciss. En esta ocasión el VAR no avisó a Isidro Diaz de Mera para que considerara la acción como punible. Sin duda el tema de los agarrones sigue generando confusión entre aficionados y jugadores, incluso entre los propios árbitros, al no existir un criterio único para penalizar estas acciones.
Al contrario de lo que se pudiera esperar, el guión del partido tras el gol del FC Barcelona cambió hacia un escenario en el cual el Rayo Vallecano se empezó a encontrar bien con el balón en los pies, combinando bien en tres cuartos de campo, activo en la presión y en la recuperación tras pérdida y llegando al área protegida por Szczesny. Eso sí, con dificultades para culminar con éxito las jugadas en ataque. La polémica resurgió con el gol anulado al equipo de la franja a escasos minutos de la media parte. Un pase filtrado para Jorge De Frutos, que entraba en posición correcta desde segunda línea, terminaba en las redes de la portería del Barça. Para desgracia de los madrileños el línea levantaba el banderín, señalizando fuera de juego, al interpretar que Randy Nteka, que ocupaba posición antirreglamentaria, interfería en Íñigo Martínez haciéndole imposible llegar al balón.
Pese a los reveses del VAR, el Rayo Vallecano no bajó la cabeza en la segunda parte y continuó llegando sobre la portería de Szczesny. Aunque acusando una cierta falta de acierto en la finalización de las jugadas de ataque. Tampoco el Barça supo sentenciar el partido ante un conjunto vallecano cada vez más inclinado al ataque en busca del empate. No fue hasta el pitido final que el Barça dió por culminada la tarea, y es que el Rayo Vallecano tuvo la ocasión más clara del encuentro con un cabezazo de Jorge De Frutos solo ante Szczesny que se marchó por encima del larguero. Un triunfo para dar un golpe en la mesa y recuperar el liderato de LaLiga diez jornadas después.
