El Atlético de Madrid acaba regalando un partido que tenía muy aventajado frente al FC Barcelona. El Metropolitano volvió a vivir un partido apoteósico que llevó a su afición de la alegría a la decepción. Un partido en el que el Atlético de Madrid supo aprovechar las ocasiones que tuvo en el área del Barça, aunque no le fue suficiente. Mientras que el Barcelona tuvo que intentarlo de todas las formas hasta conseguirlo, no se rindió. Un encuentro en el que el papel protagonista lo tuvieron los revulsivos de ambos equipos.
Un Atlético reconocible
El encuentro comenzó con la posesión del Barcelona pero sin ocasiones para ninguno de los dos. El Barça intentó buscar en todo momento a Lamine Yamal, pero Reinildo Mandava estuvo encima durante todos los primeros 45 minutos. El Atlético de Madrid tuvo que esperar su momento de acción en la parte ofensiva, con un Giuliano Simeone que estuvo brillante y que dejó a Balde sentado en varias ocasiones.
El Barça pasó de jugar ordenado con las indicaciones de Flick a precipitarse con el balón y robar menos balones en campo rojiblanco. El Barça dio el primer susto con un disparo de Lewandowski que salió lamiendo el larguero de la portería de Jan Oblak. Al límite de la primera parte llegaría el gol del Atlético con una combinación de pases entre Griezmann, Giuliano y Julián que acabó con el remate a bocajarro del argentino.
Cambios con protagonismo
La segunda parte comenzó con un Barça más agresivo, que trataba de buscar el gol cuanto antes. El Atlético de Madrid siguió con la dinámica de defender replegados y atacar con jugadas casi al primer toque. El Barcelona lo intentaba sin éxito por ambas bandas, pero los centros eran repelidos constantemente por Le Normand y Lenglet. Pedri también lo intentaba entrar por el centro coordinándose con Dani Olmo, pero De Paul y Pablo Barrios estuvieron atentos en todo momento.
Ambos entrenadores agitaron el banquillo para que el partido fuese por otro sendero, y vaya si acabó ocurriendo. Simeone dejó sorprendidos a todos cuando quitó a Julián Álvarez en el 59′ junto con Samuel Lino para dar entrada a Gallagher y Sorloth. En el 66′ Hansi Flick quitó a Olmo y Casadó, que probablemente no fuese su mejor partido, para que Ferrán y Eric García saliesen al campo. No pasaron más de tres minutos para que Alexander Sorloth marcase el segundo del Atlético de Madrid en una contra tras una recuperación de Griezmann en su campo. Acto seguido Robert Lewandowski metía el gol que adentraba al FC Barcelona en la pelea por el partido. Una acción inesperada que el polaco resolvió magníficamente y Oblak no pudo hacer nada.
Remontada de campeonato
El Atlético de Madrid tuvo varias ocasiones para anotar el tercero, pero el fuera de juego y la mala puntería de Sorloth no lo permitieron. El FC Barcelona no desaprovechó las que tuvo, más bien se lucró de los todos los errores del Atlético. Ferrán consiguió igualar el partido con un remate de cabeza a un centro tenso de Raphinha.
Con el partido en tablas y a punto de expirarse el partido, el árbitro añadió seis minutos que iban a saber a gloria para los de Hansi Flick. Lamine Yamal no desistió en todo el partido y en el minuto 91′ anotó desde fuera del área el gol que certificaba la remontada. Un gol que tiene patentado pero que hoy le acompañó la suerte para que el rebote de Reinildo cambiase el rumbo del balón y el guardameta esloveno no pudiese hacer nada.
El Atlético de Madrid intentó ir con todos sus efectivos a empatar el partido que se les estaba escapando. Pero en una pérdida de balón del Atlético, Ferrán anotó su doblete individual para sentenciar a un Atleti abatido que no perdía un partido en el Metropolitano desde el año pasado.
Un rival menos en LaLiga
El Atlético de Madrid le concede una ventaja al FC Barcelona en la pelea por LaLiga, que a falta de diez jornadas parece casi imposible volver a meter la cabeza en la lucha por el liderato. El Barça ha sabido jugar sus cartas en el Metropolitano y cuando todo parecía controlado han sabido darle la vuelta al partido. A ambos equipos les ha pesado el cansancio de haber jugado entre semana competición europea, pero se han desgastado hasta el pitido final. El parón internacional parece que le vendrá bien a Simeone, mientras que Flick debe ir pensando en encarar la recta final con la misma dinámica ganadora que arrastra hasta ahora.