El Lega sueña con la Virgen de Butarque

Los pepineros tienen una oportunidad histórica para sellar la permanencia en casa si vencen al Valladolid y el Espanyol no gana

El Lega sueña con la Virgen de Butarque, aquella que aparece cuando el equipo más la necesita. Los pepineros se preparan para una tarde de emociones fuertes. El CD Leganés, que ha protagonizado un sprint final de temporada digno de una película, encara la última jornada con la permanencia al alcance de la mano… pero sin margen de error. Para lograr el milagro, los de Borja Jiménez deben ganar en casa al Valladolid y esperar que el Espanyol no consiga la victoria contra Las Palmas. No les vale otra combinación. Todo lo que no sea sumar tres puntos y que los pericos tropiecen, significaría decir adiós a Primera División.

El estadio se llenará de bufandas, cánticos y nervios. La afición cree. El equipo también. Después de una temporada de altibajos, el Lega ha resurgido en el momento clave y quiere redondear su gesta con una salvación que hace solo semanas parecía imposible. Del otro lado, el Espanyol llega al desenlace en una espiral negativa que lo deja al borde del precipicio. Todo se decidirá en 90 minutos, o quizás, en el descuento. El Lega suena con la Virgen de Butarque para conseguir la salvación.

Después de meses grises, el Lega ha encontrado luz. Las dos últimas victorias ante el Espanyol (3-2) y Las Palmas (1-0) han devuelto el pulso competitivo a un equipo que parecía resignado al descenso. Con una defensa más sólida, un centro del campo con ideas y un ataque que ha recuperado el gol, los pepineros afrontan el choque decisivo en su mejor momento del curso.

Dani Raba es la luz que guía a los pepineros. Parece que en las últimas jornadas hay más compañeros que lo acompañan. Juan Cruz, Diomandé y Tapia están dejándose el alma por mantener el escudo de laurel en la máxima categoría del fútbol español.

Lo que parecía un cierre de temporada tranquilo para el Espanyol se ha convertido en una pesadilla. El conjunto perico suma cinco partidos sin ganar y su fútbol transmite más dudas que certezas. El último golpe fue especialmente doloroso: derrota ante el Osasuna (2-0) en un partido que evidenció la fragilidad defensiva del equipo y su falta de contundencia en las áreas.

Manolo González parecía que había dado con la tecla y que había conseguido suficiente margen como para no sufrir a final de temporada, pero la realidad es otra. El equipo llega tocado anímicamente y se la juega contra Las Palmas que ya está descendido. Tienen todo de cara, pero la presión y los nervios le pueden jugar a los pericos una mala pasada que te puede mandar a segunda división.

El descenso acecha. El Lega espera con los ojos en su propio partido… y un oído en el del Espanyol.

Compartir:
× ¡Escríbenos!