Es innegable que el Real Madrid ha protagonizado uno de sus peores cursos de la historia reciente. Tras varios años en los que los merengues se habían hartado de levantar Ligas, Copas del Rey y más Champions League que ninguno otro equipo, al conjunto merengue le llegó la hora de darse un golpe de realidad.
Lo peor del golpe es que nunca lo imaginaron
Lo más duro de todo para los madridistas es que todo esto ha sucedido cuando menos lo esperaban. Acababan de proclamarse campeones de LaLiga y de su decimoquinta Champions cuando jugadores como Kroos, Nacho o Joselu se marcharon para dejar su hueco a otros como Arda Güler, Endrick o el ansiadísimo Kylian Mbappé.
Al mismo tiempo, el FC Barcelona cerraba de una manera un tanto extraña la etapa de Xavi Hernández en el banquillo y daba paso a un Hansi Flick, que traía ideas renovadoras. Mientras tanto, el Atlético de Madrid se encontraba inmerso en el que fue su veranos más agitado de los últimos años.
Finalmente la temporada fue mucho peor de lo esperado para un Real Madrid que terminó levantando tan solo la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental, mientras que el Barça ganó todos los títulos domésticos y se quedó a la puerta de la final de la Champions.
El Real Madrid tiene más vidas que un gato
Sin embargo, es bien sabido por todo aficionado al fútbol, que el Real Madrid siempre tiene una vida extra.
En este caso, esta se ha presentado en forma de la primera edición del nuevo Mundial de Clubes. Un título al que los blancos le dan mucha importancia por dos factores.: En primer lugar, el económico, pues ningún otro torneo ofrece estas recompensas; y en segundo, por la recuperación de la ilusión con un proyecto que ahora lidera Xabi Alonso.
No obstante, si el Madrid quiere limpiar su imagen de esta campaña ante sus aficionados, deberá vencer esta noche al París Saint-Germain y en la final superar a un Chelsea, que ha hecho historia al ser el primer equipo en clasificarse a esta ronda.
