El Trofeo Villa de Leganés se queda en casa

El Levante perdía 3-1 en el 60 pero consiguió igualar la contienda. Sergio Fernández, canterano, anotó el penalti decisivo en la tanda

Leganés y Levante protagonizaron un auténtico festival de goles en Butarque. El conjunto pepinero, muy envalentonado, mostró una versión ofensiva y ambiciosa, mientras que los granotas resistieron con temple y fueron superiores en el tramo final. El choque, cargado de alternativas, terminó decidiéndose desde el punto fatídico.

El Leganés tuvo un arranque inicial fulgurante. Apenas corría el minuto 1 en el electrónico cuando, Pawels, uno de los jugadores más destacados del primer tiempo, asestó la primera puñalada en las inmediaciones defensivas del Levante. El futbolista belga de 20 años desbordó constantemente por banda derecha y fue una de las grandes bazas de los de Paco López.

El Lega, desbordante de energía, logró adelantarse en el marcador tres minutos después. Alex Millán, con el cuchillo entre los dientes, aprovechó un balón suelto tras un potente disparo de Roberto López que se estrelló en el travesaño. El delantero, muy atento, remató con la testa, superando a Pablo Campos y sin dar opción a Elgezabal, que no pudo evitar el tanto bajo palos.

La reacción del Levante fue inmediata. El combinado valenciano trenzó una jugada de muchos pases, moviendo el esférico con paciencia de lado a lado, hasta que Víctor García encontró el espacio para disparar desde la frontal. San Román rechazó con reflejos, pero Olasagasti cazó el rechace y definió ante un guardameta ya completamente batido.

No obstante, el guión del encuentro parecía obra de un genio del caos. Unos instantes después, en el 15’, el Leganés golpeó de nuevo. Roberto López dibujó una banana con su diestra en un saque de esquina y Sebastian Figueredo sentenció con un cabezazo inapelable. 2-1.

Desde entonces, el partido se volvió más macizo. Mucho ataque estático y poca contundencia.  Controlaban el ritmo los de Paco López, pero el combinado visitante se sentía seguro parapetado en bloque medio o en zonas más retrasadas, siempre con la mira puesta en Koyalipou y en Morales.

El inicio del segundo acto fue análogo al primero. El bloque pepinero salió en tromba y sacó rédito. En el 50′, San Román divisó a Millán estirando al equipo, lo buscó en largo y el 23 fue decisivo una vez más. Regateó a Elgezabal en el uno contra uno e intentó asociarse con Roberto López para que marcara a portería vacía. Sin embargo, su chut fue bloqueado y fue el propio Alex el que anotó el tanto de espuela a placer.

Así las cosas, el Leganés mantuvo su dominio hasta que se topó con otra combinación fantástica del Levante en los metros finales. Losada hilvanó una pared sobresaliente con Oriol Rey por izquierda y engañó al portero en la definición. 3-2 y restaba media hora.

Las tornas cambiaron. Las necesidades agitaron el avispero y el Levante pasó a manejar los hilos de la escena en busca de un resultado positivo. Calero, sabedor de que disponía de buenos revulsivos, no titubeó a la hora de refrescar el equipoPaco López, por su parte, optó por agregar cloroformo. A pesar de ello, acabó sucediendo. El Levante coqueteaba con el tercer gol y acabó consiguiéndolo. Brugué, desde el flanco derecho, ubicó a Espí en el corazón del área, le asistió y el 19 fulminó las mallas de San Román. 3-3.

Ahora sí, el resultado no se movió más. El ganador se decidiría desde los once metros. En la tanda, tras los fallos de Victor García y Olsagasti, el canterano Sergio Fernández anotó el penalti decisivo y dejó el trofeo en las vitrinas de Butarque.

Compartir:

Últimas Noticias

Opiniones