Gradas desiertas en el estreno del Grupo F. El Mundial de Clubes 2025 arrancó con fútbol de nivel y nombres propios de peso, pero las gradas contaron una historia distinta. Ni Borussia Dortmund, uno de los grandes favoritos europeos, ni Ulsan HD, campeón asiático con ambición renovada, lograron despertar el entusiasmo del público estadounidense en sus estrenos. Los partidos inaugurales de ambos equipos se disputaron ante una preocupante falta de asistencia, dejando una estampa desconectada del espectáculo global que pretende proyectar FIFA.
El problema no fue el clima, ni el horario, ni siquiera el nivel competitivo. Fue la ausencia de afición local. En un país donde la cultura del fútbol aún pelea por ganar terreno, los equipos internacionales por muy históricos que sean no llenan estadios. Y eso quedó reflejado en los números, que revelan un contraste brutal entre expectativa y realidad, dejando unas gradas desiertas.
Unas cifras que duelen
En el debut de Borussia Dortmund ante Fluminense, disputado en el imponente MetLife Stadium de Nueva Jersey (capacidad para 82.500 espectadores), la asistencia oficial fue de 34.736 personas, lo que equivale a un 42% de ocupación . Para un club finalista de Champions y con una legión global de seguidores, se esperaba mucho más.
Pero la postal más fría llegó en el choque entre Ulsan HD y Mamelodi Sundowns en el Exploria Stadium de Orlando. Con capacidad para 25.500 espectadores, apenas 3.412 personas acudieron, lo que representa solo un 13% del aforo total . Un vacío que ni los goles ni las promesas de espectáculo pudieron disimular.
Las cifras son claras y preocupantes. Mientras la FIFA impulsa un torneo que quiere competir con la Copa del Mundo, el desafío sigue estando lejos del césped: conectar con el aficionado local y llenar unas gradas que, por ahora, se resisten al rugido del fútbol global.
