El Real Madrid se llevó los tres puntos del Coliseum Alfonso Pérez con lo justo, gracias a un gol de esos que valen campeonatos. Lo firmó Arda Güler, que está decidido a demostrar que cada minuto suyo es oro puro. Los de Ancelotti sufrieron más de la cuenta ante un Getafe muy competitivo, que todavía sueña con Europa y que tuvo ocasiones para empatar en una segunda parte donde el Madrid jugó con fuego… otra vez.
Inicio sin dueño
El partido arrancó como tantos en el Coliseum: mucho físico, poco ritmo. El Getafe quiso presionar arriba y cortar la salida limpia de balón del Madrid, que notó la ausencia de Ceballos y Bellingham. El primero en probar fue Milla, con un disparo centrado que Courtois atajó sin problema. Respondió el Madrid, con un equipo muy activo entre líneas, aunque algo falto de precisión. En medio de ese caos, apareció Arda Güler para poner pausa, visión y temple. Cada vez que el turco tocaba el balón, pasaban cosas.
Y ahí llegó su sello. Minuto 27. Güler recibió en la frontal, amagó con la zurda y golpeó con la diestra. Puro talento. Soria voló, pero el balón se coló junto al palo. Gol de jugador diferencial, de esos que entienden el fútbol con un segundo más de ventaja mental. El turco celebró con calma, como quien ya sabe que está para cosas grandes. El Madrid se adelantaba sin hacer demasiado, pero con el sello de calidad que marca diferencias. Así celebraron el turco y los suyos ese importantísimo gol:
Creció el Getafe, desapareció el Madrid
Tras el descanso, el Getafe fue a por el empate con todo. Ancelotti, pensando quizá más en la final de copa frente al FC Barcelona que en lo que tenía delante, movió piezas: Camavinga entró en el descanso por Alaba. Arambarri y Milla empezaron a ganar metros y el Coliseum se encendió. Loa minutos iban pasando, y el juego se iba parando con cada acción, dejando muy poco de fútbol para disfrutar. Acabaron entrando Bellingham, Ceballos y Rodrygo, cada uno gastando una ventana de cambio, dejando sin posibilidades de cambio al conjunto merengue. Cosa de la que se arrepenterían en los minutos finales de encuentro. Camavinga, tras una caída un poco fea, tuvo que salir del campo, dejando a su equipo con 10. Y esto el Getafe lo iba a aprovechar, teniendo más de una ocasión de gol con Álvaro y Mayoral.
Minutos finales con el corazón en la mano
El final fue agónico. El Madrid reculó, y Courtois tuvo que salvar el empate en una doble intervención antológica. El Getafe apretó con centros y empuje, pero le faltó precisión en los metros finales. Los de Chamartín, otra vez, tiraron de veterania y del gran portero belga para mantenerse firme en la lucha por el título. Los de Ancelotti dormirán a 4 de los de Flick, teniendo entre medias de esta bonita batalla por la liga, un combate a vida o muerte el fin de semana para ver cuál de los dos equipos se llevará la Copa del Rey.
