En el último tramo de la temporada, el Atlético de Madrid ha tenido un ‘darse cuenta’ con la dupla Julián – Sørloth. Se acerca el Mundialito y Simeone tiene que elegir entre Griezmann y Sørloth para acompañar a ‘la Araña’. El principito ha bajado su rendimiento en picado y eso ha provocado la aparición del noruego, que ha sido imprescindible en varias victorias colchoneras.
Julián en busca de compañero
Está claro que Simeone tiene un dilema para organizar su pareja de delanteros que jugarán de inicio en el Mundialito de Clubes. El club rojiblanco ha experimentado esta temporada diversos métodos en la parte ofensiva: doble punta, Griezmann por detrás de Julián, un delantero y dos extremos… Eso sí, ha tenido claro que el fijo es Julián Álvarez. El argentino ha firmado una temporada de estreno de cine con la camiseta rojiblanca.
A parte de sus números individuales (29 goles y 7 asistencias en 54 partidos), ha demostrado asociarse con cada uno de sus compañeros. Desde agosto empezó con Antoine como compañero, ayudándole a marcar 9 goles y 6 asistencias entre todas las competiciones. Después del parón invernal, Simeone le empezó a asociar con Alex Sørloth. Con el que se ha entendido a las mil maravillas. Juntos han conseguido brindarle al Atlético 66 participaciones de gol, sumando goles y asistencias.
El tercero en discordia
Este último mes han salido dos nombres en la mesa de los directivos del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann y Ángel Correa. El caso del francés es diferente al de Angelito. Antoine parece que ha comunicado su intención de continuar un año más hasta agotar su contrato, que finaliza en 2026. Pero ha quedado en evidencia el hecho de que no puede ser el titular en la punta. Ha demostrado que no está al nivel, después de marcarse su segunda peor temporada en cuanto a registros en la competición liguera. Su peor marca en Liga fue en el año 2021/22 con tan solo 3 goles y 4 asistencias. Este año ha registrado únicamente 8 goles y 7 pases de gol en la competición doméstica.
La situación de Angelito Correa es diferente. Después del revuelo que se formó al despedirse el jugador en solitario sin pactarlo con el club y la respuesta que dio el mismo diciendo que el argentino tenía contrato, parece que todo ha sido un malentendido. La intención de Correa es marcharse del club, y lo hace sirviendo al equipo con su rol de suplente. Un roll que ha sabido asumirlo profesionalmente y que a pesar de no brindarle el míster los minutos que merecía, siempre ha estado ahí para luchar por cada balón.
Aún siendo ambos “el tercero en discordia”, todavía tienen un último baile esta temporada en el continente americano. El Mundialito de Clubes servirá como cierre de campaña al mismo tiempo que ensayan de cara al año siguiente. Simeone tiene una semana para preparar el nuevo torneo y todo apunta que debe alinear a Julián y a Sørloth si quiere llegar lejos.
