Kylian Mbappé llega al Mundial de Clubes como la gran estrella del Real Madrid. En plena forma física, con números demoledores y una confianza que se nota en cada jugada, el delantero francés aterriza en Estados Unidos dispuesto a conquistar su primer título con el club blanco. Sin embargo, la pregunta está sobre la mesa: ¿es suficiente su buen momento para garantizar el campeonato? ¿Y hasta qué punto el Madrid es realmente favorito en esta edición?
Un Mbappé en modo imparable
Desde que se llegó al Madrid, Mbappé no ha hecho más que justificar las expectativas. Cerró la temporada a un nivel altísimo, ha brillado en sus últimas apariciones con Francia y es nada más y nada menis que la Bota de Oro de 2025. En términos físicos y mentales, llega al torneo en plena dinámica ascendente.
El delantero viene de una temporada con más de 40 goles entre club y selección, y su impacto en el equipo es inmediato. Su capacidad para desequilibrar, su liderazgo en ataque y su experiencia en grandes citas lo convierten en un arma letal. Pero el Mundialito, como torneo corto, no deja margen para errores. Una mala tarde puede dejar fuera al favorito.
¿Un equipo Mbappé-dependiente?
El Real Madrid llega con una plantilla potente, pero también con interrogantes. Vinicius, Rodrygo o Bellingham no han firmado su mejor curso, y Xabi Alonso apenas ha comenzado a implementar su estilo. Mbappé puede marcar diferencias, sí, pero el equipo no puede convertirse en dependiente de su inspiración.
Además, enfrente habrá rivales de nivel como Al Hilal (con estrellas como Bono, Neves o Mitrovic), el Pachuca mexicano o el Salzburgo austríaco, todos con sistemas trabajados y sin presión. El Madrid es favorito por historia, no necesariamente por juego colectivo actual. El reto será equilibrar talento individual con funcionamiento grupal.
El PSG, favorito por delante del Madrid
Aunque Mbappé llega enchufado, el Real Madrid no es el principal favorito al título. Ese rol lo ocupa el PSG, recientes campeones de la UEFA Champions League. Por detrás aparecen nombres como el Manchester City, el Bayern de Múnich y el propio conjunto blanco, que aún está en fase de reconstrucción con Xabi Alonso. El Mundialito puede ser una oportunidad, pero también una prueba de fuego para el nuevo proyecto.
