La UEFA ha confirmado que el FC Barcelona disputará sus partidos como local en la fase de grupos de la Champions League en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuic. El motivo principal son las obras del Camp Nou, que todavía no han llegado a su fin y que complican la agenda deportiva de los azulgranas.
La normativa de la máxima institución europea establece que un equipo debe disputar todos sus encuentros de la fase de grupos en el mismo estadio, lo que deja al Barça sin margen de maniobra: no podrá alternar entre Montjuic y el Camp Nou aunque este último se terminara antes de enero.
Un estreno de alto nivel
#UCLdraw pots for the league phase 👀 pic.twitter.com/mmMny3Qh4r
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) August 28, 2025
La decisión afecta directamente al primer duelo europeo en casa, previsto para el 1 de octubre frente al París Saint-Germain, vigente campeón de la competición. En esa fecha, a menos de dos semanas vista, resulta imposible que el Camp Nou esté disponible.
El Barça, dirigido por Hansi Flick, se verá así obligado a recibir en Montjuic a los cuatro rivales que le han correspondido en la liguilla, PSG (1 de octubre), Olympiacos (21 de octubre), Eintracht de Frankfurt (9 de diciembre) y Copenhague (28 de enero de 2026).
Concluido el partido frente a los daneses, el 28 de enero, el club dará por terminada la primera fase de la competición. Hasta entonces, por normativa UEFA, deberá mantener el mismo recinto como sede oficial.
Un “99%” de certeza y la espera del Camp Nou
❗️The Spotify Camp Nou today 🏟🔵🔴 pic.twitter.com/SBH4yjxVbI
— Blaugranagram (@Blaugranagram) September 13, 2025
Desde el club se ha transmitido que, “al 99%”, Montjuic será el estadio donde se jueguen los partidos de Champions. Sin embargo, en la directiva mantienen un “1% de esperanza” de que las obras del nuevo Camp Nou se aceleren y el equipo pueda regresar antes de lo previsto a su casa histórica.
Mientras tanto, el FC Barcelona seguirá gestionando la logística de jugar fuera de su feudo habitual. El Camp Nou, con una capacidad superior a los 90.000 espectadores, suponía un gran impulso económico y anímico en cada partido europeo. Montjuic, en cambio, ofrece menos aforo y obliga a un esfuerzo extra en términos de organización y ambiente.
La realidad es que, al menos durante toda la fase de grupos, el Barça deberá acostumbrarse a un escenario distinto al de su templo habitual, con la presión añadida de enfrentarse a rivales de máxima exigencia en un estadio provisional.