Abel Ferreira ha cambiado la historia reciente del Palmeiras. El técnico portugués llegó al club en octubre de 2020, procedente del PAOK griego, sin hacer mucho ruido y siendo un completo desconocido. Pero en poco tiempo se ganó el respeto del vestuario, de la afición y del fútbol sudamericano.
Bicampeón de la Libertadores
Su impacto fue inmediato. Apenas tres meses después de su llegada, llevó al Palmeiras a ganar la Copa Libertadores 2020. Fue un título muy especial, ya que el club llevaba 21 años sin conquistar el torneo más importante del continente; su anterior y única victoria había sido en el año 1999. Con ese logro, Abel devolvió al equipo a la cima de Sudamérica. Pero no se quedó ahí. En 2021, repitió la hazaña y volvió a levantar la Libertadores, esta vez frente a Flamengo.
Además, en este tiempo ha ganado la Copa do Brasil, la Supercopa de Brasil, el Brasileirão, dos Campeonatos Paulistas y la Recopa Sudamericana. En total, ya suma ocho títulos como entrenador del club, y con más de 350 partidos a sus espaldas, ya es el técnico extranjero más exitoso de su historia. Para muchos, es el principal responsable del renacer del Palmeiras.
Gracias a él, el equipo ha recuperado su mentalidad ganadora y una identidad clara. Es un equipo competitivo, ordenado y con carácter. La afición lo tiene como ídolo y su nombre ya está escrito con letras doradas en la historia del club.
Palmeiras, ante su mayor reto hasta ahora
Ahora, Abel afronta un nuevo reto en el Mundial de Clubes 2025. El Palmeiras llega a los cuartos de final tras superar al Botafogo en un partido muy trabajado. El próximo rival será el Chelsea, el mismo equipo que les ganó la final de la edición 2021 del torneo. Esa derrota aún escuece, y este cruce se presenta como una oportunidad de revancha.
