La FIFA ha adjudicado a César Arturo Ramos para dirigir el partido entre el Atlético de Madrid y el Botafogo. El Atlético de Madrid se encuentra en una encrucijada. La situación a la que se enfrentan los rojiblancos en el último partido de fase de grupos no era la esperada. La clasificación actual y la diferencia de goles, tras la derrota del PSG ante Botafogo, les obliga a ganar por más de tres goles.
Decisiones polémicas
El árbitro mexicano ha protagonizado una de las polémicas en el Mundial de Clubes. Fue en el partido de Boca contra el Benfica, en 90 minutos mostró tres tarjetas rojas: dos al equipo argentino y una a los portugueses.
Además de César Ramos, los dos linieres: Alberto Morín y Marco Bisquerra son de México. El cuarto árbitro, el uruguayo Gustavo Tejera será el que más cerca esté de Simeone. Este árbitro es considerado uno de los más destacados en el fútbol mexicano, aunque José María Giménez no guarda una buena impresión de la vez que lo tuvo como juez en la Copa América.
Giménez tiene una experiencia negativa con el árbitro designado para el duelo entre Botafogo y Atlético. Fue el encargado de dirigir la semifinal de la Copa América disputada en Estados Unidos, donde Uruguay quedó fuera del torneo y varios futbolistas, incluido él mismo, recibieron duras sanciones.
El Atlético ya se ha visto perjudicado
El arbitraje de las dos primeras jornadas penalizaron al Atlético de Madrid en todo momento. El club mostró su queja sobre el nivel de los árbitros, algo que no pueden controlar. La primera jornada el PSG fue muy superior a los rojiblancos en los 90 minutos, pero hubo jugadas decisivas en la primera parte que siempre caían del lado parisino. El protagonista fue Giuliano, el cual encaraba una ocasión en la que se iba solo y le derribaron. No sacaron ninguna tarjeta a pesar de ser el último jugador.
En la segunda jornada, el duelo contra el Seattle Sounders volvió a aparecer Giuliano Simeone en una jugada polémica. El argentino provocó un penalti que señaló el árbitro en directo. Pero el VAR le llamó a revisar la jugada y acabó anulando el penalti. Dos partidos en los que el Atlético se sintió perjudicado con las decisiones arbitrales y que temen que vuelva a ocurrir en el partido contra Botafogo.
