El Real Madrid ha ganado títulos sin un ‘9’ puro, pero la ausencia de una figura que domine el área rival se ha notado más que nunca. Con la salida de Joselu como último 9 puro y la llegada de Xabi Alonso al banquillo, la búsqueda de un delantero tanque podría ser clave en el mercado estival. ¿Es hora de fichar un nuevo ‘cazagoles’?
Partidos atascados, soluciones de área
Después de una muy mala temporada, con Mbappé asumiendo todos los galones en ataque, en más de una noche de Champions y Liga se echó de menos un delantero que bajara balones, rematara centros laterales y metiera miedo en los últimos metros. Joselu, con sus limitaciones, cumplió con creces: marcó, ganó duelos aéreos y fue decisivo en momentos clave. Pero no es suficiente para un equipo que aspira a todo. El Bernabéu necesita algo más que un recurso puntual. Necesita un 9 que haga de ancla y de amenaza.
¿Qué perfil de delantero busca Xabi?
Xabi Alonso, que ha triunfado en Alemania con un Bayer Leverkusen muy vertical y flexible, necesita un punta que no solo finalice, sino que entienda el juego entre líneas. Un nueve moderno, sí, pero con instinto depredador.
En ese contexto, Patrik Schick aparece como una opción natural. Conoce al dedillo el sistema de Xabi y ha sido parte esencial del Leverkusen campeón. Es un delantero que no solo anota —aunque tiene cifras respetables—, sino que se involucra en la creación, se asocia con los mediapuntas y maneja bien el juego de espaldas. Además, su presencia física y lectura del desmarque le permiten generar espacios para los extremos, algo clave si se piensa en Vinícius o Rodrygo atacando desde los costados.
Sin embargo, el radar de Xabi va más allá de lo conocido. En Portugal, Viktor Gyökeres ha firmado una temporada de escándalo con el Sporting de Lisboa. Sueco de raíces balcánicas, es un delantero que combina potencia física, buena conducción a campo abierto y una capacidad de definición notable. Su estilo recuerda, por momentos, al primer Haaland: imparable al espacio, agresivo en el área y con capacidad para fabricar sus propias ocasiones. Además, es joven y con margen de crecimiento, lo que encaja con la política de fichajes del Madrid en los últimos años.
Y para quienes creen que la edad es un impedimento, Ante Budimir desmiente esa teoría semana tras semana en Osasuna. Con 33 años, ha demostrado tener un olfato goleador envidiable y una capacidad notable para jugar de espaldas y descargar balones con criterio. Su experiencia, temple y rendimiento sostenido lo convierten en una alternativa interesante, sobre todo si Xabi quiere contar con un perfil más clásico y fiable que complemente a un proyecto de futuro.
El mercado y la lógica blanca
El Madrid lleva años priorizando talento joven, versátil y con proyección. Pero a veces hay que pensar también en lo funcional. No todos los partidos se ganan con filigranas: hay noches en las que se necesita a alguien que remate un centro al segundo palo. El fichaje de un delantero así no debe tapar a Endrick ni a otros proyectos de estrella, sino complementarlos. Como lo fue Morata en su día. Como lo fue Joselu la temporada pasada.
