El Real Madrid logró su primera victoria de la temporada al superar 1-0 a Osasuna gracias a un penalti transformado por Kylian Mbappé. Más allá del resultado, el equipo de Xabi Alonso mostró síntomas preocupantes: posesión estéril, poco colmillo en ataque y un desgaste físico evidente tras el descanso.
Una victoria corta y sin brillo
El Madrid se llevó los tres puntos ante Osasuna, pero lo hizo sin brillo. El gol de Mbappé desde los once metros fue la única ocasión clara de un conjunto que dominó con balón, aunque sin transformar esa posesión en ocasiones de peligro. El balón, de lado a lado y con un poircentaje de posesión muy alto, pero en la porteria de Sergio Herrera, muy poco.
El bajón físico se hizo nota
En la segunda parte, el equipo acusó la falta de preparación. Sin pretemporada por el tema del Mundial de Clubes, los jugadores notaron el esfuerzo y la intensidad cayó, permitiendo que Osasuna respirara en algunos tramos pese a estar encerrado en su campo. Veremos si el conjunto de Chamartín consigue esa buena forma física tras el paso de los primeros partidos en La Liga.
El reto del Real Madrid frente al Oviedo
De cara al duelo en el Carlos Tartiere, Xabi Alonso deberá ajustar a su equipo: más profundidad en ataque, circulación con mayor verticalidad y una gestión física que evite un nuevo bajón en el tramo final. El resultado ante Osasuna fue positivo, pero las sensaciones invitan a la prudencia.
