Rodrygo Goes sorprendió a propios y extraños al quedarse fuera del Clásico frente al FC Barcelona. Según informó el propio jugador, no se sintió con la fuerza anímica necesaria para competir en un partido de tanta exigencia. Una declaración sincera, pero que ha abierto el debate sobre su implicación, su estado mental y su encaje en un Real Madrid que se juega títulos y futuro en cada encuentro. La situación se produce en un momento clave del calendario, y con la llegada de Xabi Alonso en el horizonte, muchos se preguntan qué lugar ocupa Rodrygo en el nuevo proyecto blanco.
Un Clásico sin samba
El jugador de São Paulo ha sido uno de los jugadores más utilizados en la temporada, pero en las últimas semanas ha bajado varios escalones en intensidad, lucidez y confianza. Su ausencia en el Clásico fue comunicada como una cuestión anímica. “Hoy no me sentía con fuerza para competir”, habría trasladado a su entorno, según diversas fuentes. Y aunque se valora su honestidad, en un club como el Real Madrid todo gesto se analiza con lupa. No es habitual ver a un jugador “borrarse” en un partido de esta magnitud. El gesto ha sido interpretado en parte del vestuario como falta de compromiso, en un momento en que el equipo necesitaba a todos disponibles para cerrar la temporada con autoridad.

¿Síntomas de desgaste o de despedida?
Rodrygo ha vivido una temporada irregular. Ha tenido tramos brillantes —como en Champions—, pero también muchas semanas de desconexión, sobre todo cuando no ha jugado como extremo izquierdo, su zona natural. Su relación con el gol se ha enfriado y su lenguaje corporal ha sido el de un jugador incómodo, fuera de foco.

En el club preocupa su caída anímica, sobre todo porque Rodrygo siempre ha sido un futbolista emocional, que necesita confianza plena y libertad para rendir. Su situación recuerda a la de otros jóvenes que no supieron gestionar la presión del entorno blanco, y que terminaron por buscar aire fuera. No se descarta que, si llega una buena oferta en verano, la dirección deportiva abra la puerta a un traspaso, sobre todo si se apuesta fuerte por jugadores como Endrick o incluso Kylian Mbappé.
Xabi Alonso y el nuevo tablero ofensivo: ¿hay sitio para Rodrygo?
Con la llegada de donostiarra ya casi confirmada, el sistema de juego también cambiará. El técnico español prefiere un 3-4-2-1 con dos mediapuntas o extremos interiores detrás del delantero. En ese esquema, Vinicius tiene sitio asegurado por izquierda, y Jude Bellingham como segundo apoyo o falso ‘10’. Rodrygo debería competir por el otro hueco ofensivo… o adaptarse a roles menos naturales para él. Además, el nivel de Brahim y la llegada de Endrick podrían dejarle sin espacio real en el once. Si a eso se suma su fragilidad emocional en partidos grandes, su continuidad queda en entredicho. La dirección técnica valorará si Rodrygo encaja en el modelo de exigencia y perfil táctico que Xabi quiere implantar.
El brasileño es jóven, tiene calidad y gol… pero en el Madrid no basta con eso. Hace falta personalidad, constancia y hambre. Y en un equipo que no espera a nadie, todo gesto cuenta. Rodrygo ha lanzado un mensaje, pero puede que también haya firmado su principio de adiós.