Fuera de la lucha por el título de la liga marroquí, con una racha negativa de seis encuentros sin conocer la victoria y con un vestuario fracturado, el Wydad Athletic Club se postulaba al Mundial de Clubes únicamente con noticias negativas. Así, los máximos dirigentes del club africano daban por perdido al sudafricano Rhulani Mokwena, que abandonaba la dirección tras varios desencuentros internos.
Wydad AC apostaba entonces por el marroquí Mohamed Amine Benhachem, un entrenador amplio conocedor del fútbol local y con la mano firme necesaria para los jugadores. La decisión incluía únicamente un contrato para cerrar la temporada, pero ha resultado ser un auténtico revulsivo. Tres partidos han servido para lograr tres victorias consecutivas y conseguir mejorar el rendimiento colectivo y reactivar a los jugadores clave de cara a la cita mundialista. Los marroquíes llegan con una imagen renovada y el respaldo de una afición nuevamente ilusionada.
El Wydad forma parte de un exigente grupo junto a Manchester City, Juventus y Al-Ain. El desafío es enorme, pero la transformación de las últimas semanas permite soñar con una actuación competitiva.
El cambio de cara del Wydad gracias a Benhachem
“El equipo ha recuperado confianza y orgullo. Vamos a representar a Marruecos con seriedad y sin complejos”, señalaba el técnico en la rueda de prensa previa al viaje a Estados Unidos alabando, precisamente, la renovación mental, más que deportiva, del club.
Benhachem ya debutó en la Botola Pro con excelentes resultados. El próximo rival, el Manchester City, marcará su estreno en competición internacional como entrenador del primer equipo. La directiva apuesta ahora por la continuidad de Mohamed y negocia un contrato por dos temporadas para consolidar un proyecto a largo plazo.
Del Wydad dubitativo de Mokwena al duro bloque de Benhachem, el equipo parece haber recuperado su mejor versión en el mejor momento. La gran incógnita se descubrirá en tan solo unos días, viendo si esta nueva energía va a ser suficiente para hacer frente a los gigantes del fútbol europeo.
“El equipo necesitaba reencontrarse consigo mismo.”
