Ayer a la noche, en Stuttgart, en las semifinales de la Nations League, los franceses y la Selección Española regalaron un partidazo a todos los espectadores. El marcador final, de 5 a 4 a favor de España, un tanto engañoso, fue una postal perfecta del fútbol moderno, con velocidad, descaro, y vértigo por parte de ambos. Tanto así que, en la segunda parte vimos 7 goles. Además del gran encuentro, también fue clave en la narrativa de un año donde no hay un claro heredero al trono vacío que deja Rodri, el último ganador del Balón de Oro. La batalla por el del 2025 está más abierta que nunca, pero hay dos nombres que están marcando la agenda: Ousmane Dembélé y Lamine Yamal. Tanto el del Paris Saint Germain como el culé están haciendo todo lo posible por llevárselo, aunque tampoco podemos descartar de todo a Pedri, ya que el canario también ha hecho méritos más que suficientes para que, como mínimo, se lo tenga en cuenta.
Dembélé, el favorito
Con 28 años y una madurez inesperada, ‘el mosquito‘ atraviesa, sin duda, la mejor temporada de su carrera. Ha ganado la Champions League con el PSG, en una edición histórica para el club parisino en la que ha sido decisivo en y afronta ahora el Mundial de Clubes con serias opciones de levantar un nuevo título internacional. El extremo ha tenido impacto, continuidad y números. Y, además, juega en el país que entrega el galardón, dato no menor.
A diferencia de años anteriores, donde las lesiones y las dudas lo alejaban de los focos, el Dembélé de Luis Enrique ha encontrado estabilidad en París. El propio seleccionador español lo elogió por su “sacrificio defensivo” en la semifinal de la Nations League. Sin embargo, su actuación ante España no le ayudó: un regate, un disparo al palo y una salida discreta al banquillo lo dejaron lejos del protagonismo esperado.
— Paris Saint-Germain (@PSG_espanol) June 1, 2025
Dembélé está en la carrera y tiene argumentos. Pero la derrota ante la España de Lamine ha dejado dudas. No le ayuda tampoco su pasado, que, aunque evidentemente el premio se dé por esta temporada, es imposible evitar pensar en el extremo inconsistente y frío que hemos visto otros años.
Lamine Yamal, el adolescente que eclipsa todo
Y entonces aparece él. Lamine Yamal. Diecisiete años, una sonrisa de patio de colegio, y una zurda que parece tener historia propia. En Stuttgart, ante Francia, el joven del Barça no solo marcó dos goles, provocó un penalti y dio una asistencia. También impuso el ritmo que descolocó a toda la defensa gala. Como si tuviera el peso de un veterano. Fue nombrado MVP y, sobre todo, eclipsó completamente a Dembélé, en un duelo que era tan futbolístico como simbólico para el Balón de Oro.
Lamine ya ha ganado LaLiga, la Copa del Rey y la Supercopa con el Barça. Ha sido clave en todos los títulos. Y ahora tiene la Nations League a tiro con España. Solo le ha faltado la Champions, aunque su exhibición ante el Inter en semifinales quedará como una de las grandes actuaciones individuales del año.
Yamal in the semi-final against France 🥵#UNLPOTM | #NationsLeague pic.twitter.com/frsk2PuTfF
— UEFA EURO (@UEFAEURO) June 5, 2025
¿Puede un adolescente ganar el Balón de Oro? Sí. Porque la historia ama las gestas prematuras, y porque Lamine no parece de este tiempo. Si la Eurocopa pasada puso a Rodri en la cima, esta Nations League puede hacer lo propio con él. El margen es estrecho, pero su impacto ya es generacional. Y aún no tiene edad para conducir.
Pedri, el candidato invisible del Balón de Oro
En medio del duelo de extremos, Pedri González representa una candidatura más discreta, pero no menos legítima. El canario ha firmado la mejor temporada de su carrera: 59 partidos, 6 goles, 8 asistencias, líder en todas las estadísticas de construcción de juego en LaLiga y un rendimiento regular tanto en el Barça como en la selección.
Pedri ha dejado atrás las lesiones y se ha convertido en el metrónomo de un equipo campeón. Lo ha hecho sin estridencias, pero con una constancia que recuerda a los Iniesta, Xavi o Kroos que tantas veces fueron ignorados por el Balón de Oro. Él mismo lo dijo: “Los centrocampistas lo tenemos difícil, pero no imposible. Rodri abrió una puerta”.
Su presencia en el podio final no sería ninguna locura. Ni siquiera su victoria, si España levanta la Nations League y Pedri vuelve a brillar en la final. Tendrá menos focos, pero muchas razones.
France Football entregará el Balón de Oro el próximo 22 de septiembre en París. Hasta entonces, el relato está en disputa. Y el fútbol, como casi siempre, decidirá entre la constancia, el carisma y calidad.