Tres minutos nada más… Eso fue lo que tardó el FC Barcelona en disipar las dudas que se habían generado en la previa. La clave del análisis prepartido eran las ausencias que sufrían los azulgranas. No estuvieron ni Dani Olmo, ni Pedri, pero sí un Frenkie De Jong que ha exhibido su faceta de mayor liderazgo. La que, como siempre, apoya en la salida de balón, pero que, sobre todo, tiene llegada y le impone carácter a los suyos.
Es que esa ha sido la clave del Barcelona frente al Valencia. La de demostrar que no hay dependencia de ninguna estrella, ya que este Barça vive y muere, exclusivamente, bajo el sistema Flick. Tanto para lo bueno, como para lo malo. Porque hoy no estuvieron los dos baluartes creativos de los azulgranas en el medio campo (Olmo y Pedri), y apareció la versión descarada de Fermín López (con dos goles y dos asistencias). No jugó Lewandowski de inicio, pero Ferrán Torres marcó y devoró metros cual tiburón en la presión tras pérdida. Y sigue sin estar Íñigo Martínez, aunque eso no supone un problema cuando cuentas con el “aparentemente experimentado” Cubarsí y su compañero de baile, Eric García. Por eso tras el partido Hansi Flick ha cometado que está encantado con los suyos: “Necesitabamos piernas frescas… Todos estaban implicados en nuestro juego e hicieron un gran trabajo”.
1 – Fermín López ha marcado y asistido en un mismo partido con el primer equipo del FC Barcelona por primera vez entre todas las competiciones (63 apariciones). Estelar. pic.twitter.com/Zcx8OEKPmQ
— OptaJose (@OptaJose) January 26, 2025
El Barcelona impone su norma
Lo normal era que los culés llegasen con dudas. Venían de conseguir tan solo seis puntos de los últimos 24 posibles. Pero lo normal no es la norma en este Barcelona. Ni en los despachos, ni en el campo de juego. Porque a los 15 minutos los blaugranas ya ganaban por 3-0. Es la primera vez desde el Barça de Guardiola, que el Barcelona logra marcar tres goles en los primeros 15 minutos de un partido de La Liga (según registros de Opta).
Por su parte, hoy el Valencia ha sufrido en Montjuic el síndrome de Baraja bajo los mandos de Corberán. La solidez mostrada ante la Real Sociedad quedó en el olvido apenas el Barcelona se adelantó en el marcador. Y en ese preciso momento volvieron todas las dudas e inseguridades para el conjunto ‘che’. La inconsistencia volvió a adueñarse del Valencia. “No hemos competido el partido”, ha indicado el propio entrenador, Carlos Corberán en el post partido en DAZN. E incluso el heroico regreso de Mouctar Diakhaby, tras 11 meses de lesión, quedó eclipsado por la sombra que sobrevolaba a todos los jugadores valencianistas. Así que cerrarán esta jornada en el penúltimo puesto de la clasificación y a cuatro puntos de la salvación, con la posibilidad de que el Alavés se aleje todavía más si gana mañana.
De esta forma el Barcelona aprovecha el pinchazo del Atlético de Madrid para quedarse a tan solo tres puntos de los rojiblancos. Mientras que los azulgranas siguen a siete del líder, que es el Real Madrid. Aun así, la mejor noticia para los azulgranas no son las buenas sensaciones del partido, ni tampoco lo es la goleada de videojuego que plasmaron en el marcador. Sino que el mayor aspecto positivo para los de culés es que hoy se ha quedado demostrado que cualquiera cuenta y vale en el Barça. Que todas las piezas están encajadas en medio del ordenado caos de Hansi Flick.