El RCD Espanyol se ha complicado la vida y de qué manera en estas últimas jornadas. Tras sumar cinco derrotas consecutivas, se encuentra en una situación que ni el más pesimista podía imaginar hace un mes, metido de lleno en la pelea por la permanencia y con el CD Leganés apretando más que nunca.
Las matemáticas
Para el RCD Espanyol, las cuentas salen fácil, si gana a la UD Las Palmas en la última jornada será equipo de primera división el curso que viene. En caso de no hacerlo, dependerá de lo haga el CD Leganés ante el Real Valladolid, si los pepineros ganasen, serían equipo de primera división porque en caso de derrota perica, les adelantarían en la clasificación, y en caso de empate de los catalanes, le tienen el gol average ganado.
Otra opción para el RCD Espanyol es hacer exactamente lo mismo que haga el Leganés, gane, empate o pierda, si los de Manolo hacen lo mismo que los de Borja, estarán en primera.
Su verdugo
Enfrente tendrá a una UD Las Palmas ya descendida, pero que seguro llegará con ganas de despedirse de la máxima élite con una victoria. Diego Martínez, un viejo conocido de la afición perica, será juez en un escenario hostil para él, su paso por el RCD Espanyol no fue nada positivo y es considerado como el principal responsable del último descenso de los blanquiazules. Sin embargo, el técnico gallego ya ha advertido de que saldrán a ganar para honrar el escudo y la competición

Las cábalas
Para los más supersticiosos, hay argumentos para ser muy optimista o muy pesimista. Si nos centramos en la rivalidad Diego Martínez y el RCD Espanyol, la realidad es que los datos respaldan al técnico de la UD Las Palmas. De las tres veces que se han enfrentado, el gallego se ha llevado los tres encuentros, siendo su mejor registro ante un equipo desde que es profesional.
Sin embargo, si hablamos de los duelos ante la UD Las Palmas como local, el RCD Espanyol no sabe lo que es perder ante los canarios desde 1987, siendo el mejor registro perico ante cualquier conjunto como local.
No hay dos sin tres
Si hay una afición que sabe de salvaciones milagrosas, esa es la del RCD Espanyol. En el año 2004, el conjunto perico ya llegó a una situación idéntica a la actual, recibía al Real Murcia en la jornada 38 y solo le valía ganar si quería seguir en primera. Aquella tarde mágica en Montjuic, el Espanyol ganó 2-0 gracias a dos tantos de dos canteranos, Alberto Lopo y Raúl Tamudo.
Sólo dos años después, misma situación, el conjunto perico estaba obligado a ganar a la Real Sociedad si quería salvarse. Los de Manuel Lotina remaron y remaron, hasta que en el último instante, Ferrán Corominas anotaba uno de los goles más importantes de la historia blanquiazul y sellaba la permanencia una vez más.

Por todo ello, el RCD Espanyol se aferra al espíritu de las grandes noches de Sarriá, al de los milagros de Montjuic y a la magia del RCDE Stadium, también a la garra de los que estuvieron y de los que están, y por supuesto, al calor de los pericos que quieren llevar en volandas a su mágico Espanyol.