Más de 200 fallos ponen en jaque la vuelta del Barça al Camp Nou

La inspección de la ECA detecta numerosas deficiencias a un mes de la fecha prevista para recibir al Valencia, lo que amenaza con alargar la estancia en Montjuïc
Las obras del Camp Nou

El Camp Nou debía vestirse de gala el 14 de septiembre para recibir al Valencia en la cuarta jornada de LaLiga, marcando el esperado regreso del Barça a su estadio. Tras un año en Montjuïc y meses de obras, el club había planificado una reapertura con aforo reducido de 27.000 espectadores, mientras continuaban las fases siguientes de remodelación. Sin embargo, el plan ha sufrido un serio revés.

Un informe de inspección ha detectado más de 200 deficiencias que deben resolverse antes de obtener el visto bueno definitivo para acoger público. Y no son simples detalles, abarcan desde aspectos estructurales y de seguridad hasta sistemas eléctricos, evacuación y accesibilidad.

La primera fase de remodelación incluía la apertura parcial de gradas bajas, nuevos accesos y una modernización de sistemas de seguridad y evacuación. Sin embargo, el informe detectó carencias en puntos críticos como pasillos de circulación, señalización de emergencia, accesibilidad para personas con movilidad reducida y ajustes en la red eléctrica auxiliar.

El calendario no perdona. La obtención de licencias depende de que se corrijan todas las incidencias en cuestión de semanas. Cada día de retraso reduce las posibilidades de que el Barcelona pueda cumplir con su objetivo inicial. En el plano económico, el retraso amenaza con un golpe adicional. La validación de los 475 asientos VIP, valorados en 100 millones de euros, sigue bloqueada. Por ahora, el club solo ha ingresado 58 millones, ya que el activo no puede contabilizarse mientras las instalaciones no estén operativas. Ese dinero es vital para el margen salarial y las inscripciones pendientes.

La situación complica también la hoja de ruta en Champions League. La normativa UEFA exige disputar toda la fase de grupos en el mismo estadio, por lo que, si el Camp Nou no está listo en septiembre, el Barça tendría que disputar toda la competición fuera de casa.
Montjuïc volvería a ser la sede principal, aunque en el club tampoco se descarta utilizar puntualmente el Estadi Johan Cruyff si fuera necesario.

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