El Real Madrid atraviesa su peor momento defensivo en meses. En apenas 4 partidos, ha recibido 11 goles ante rivales de perfiles muy distintos: Arsenal, Valencia, Real Sociedad y Leganés. El dato preocupa no solo por el número, sino por las formas: errores de concentración, desajustes tácticos y una línea defensiva que ha perdido la contundencia.
¿Qué le está pasando al Madrid?
El dato es demoledor. Una cifra inusual para un equipo que, hasta hace poco, presumía de ser uno de los menos goleados de Europa. Lo más llamativo es la variedad de formas en las que el Madrid ha recibido esos tantos. Ante el Arsenal, dos goles de falta imparables, y otro tras una buena combinación de los ingleses. Contra el Valencia, otro gol a balón parado y un despiste en la última jugada del partido. La Real Sociedad y sobre todo, Takefusa Kubo, que desbordó al Real Madrid por la banda izquierda con mucha facilidad,llegando así dos goles. Además, hubo otro gol a balón parado. Por último, frente al Leganés, un equipo de la zona baja, concedieron dos goles en dos contrataques por las dos bandas.

Esto no es solo una cuestión de números. El Madrid ha perdido algo más profundo: la sensación de control defensivo. La presión alta no existe, en el medio del campo, no están cerrando espacios, y en la línea de atrás se nota la ausencia de automatismos. Hay descoordinación. El equipo, simplemente, no defiende como bloque.
Una defensa sin jerarquía: los nombres propios
Esta temporada, los de Chamartín han tenido que reinventarse en defensa por las lesiones. La baja prolongada de Éder Militão ha sido clave. Alaba, volviendo del cruzado tampoco ha estado al 100%, y Rüdiger, que comenzó la temporada a un nivel sobresaliente, está empezando a decaer por culpa de esa rodilla traicionera. Se le ve incómodo.
En la otra cara de la moneda está Raúl Asencio, la nueva jóven promesa del Madrid. Ha tenido minutos de central y hasta de lateral derecho, pero sin continuidad ni regularidad. Mientras tanto, Fran García y Mendy siguen rotando en el lateral izquierdo, sin terminar de convencer. Por derecha, Lucas Vázquez está dejando mucho que desear y es por eso que Ancelotti confia mas en Valverde para esa posición. Otros dos que ha probado el italiano en posiciones defensivas han sido los dos galos: Camavinga, de lateral izquierdo, y Tchouaméni de central. Dos ceros a la izquierda cuando han participado en el equipo en esas posiciones.

El problema no es solo físico. Es también de lectura táctica y mentalidad. Sin líderes claros y con tanto cambio e inventos, la defensa ha perdido cohesión.
¿Qué soluciones tiene Ancelotti?
Carletto, más que nunca, tiene trabajo por delante si quiere corregir el destino en estos últimos partidos de la temporada.
La primera solución pasa por recuperar a hombres clave: si Alaba, que ya está jugando, aunque no a su nivel, y Carvajal, que volverá de un cruzado, vuelven a un nivel aceptable, el equipo ganará en solidez y experiencia. En lo táctico, se espera un ajuste en ese bloque medio del equipo. Esto se debe a que se está defendiendo demasiado lejos de la portería y, al mismo tiempo, no se está ejerciendo una presión eficaz arriba, tarea de Vinícius, Rodrygo y Mbappé. Esa tierra de nadie está siendo letal. Un Madrid más compacto y más solidario en el repliegue, puede ser una buena base para empezar a corregir.
Por último, el club ya está estudiando el mercado de cara al verano. El nombre de Dean Huijsen sigue sonando con fuerza para reforzar el central, además de los ya conocidos Trent Alexander-Arnold para el lateral derecho y una posible vuelta de Miguel Guitiérrez para el lateral izquierdo.