Brasil y el Mundial, da igual si de clubes que de selecciones, una historia de amor que ya tiene a los cuatro cariocas en octavos de final. El Mundial de Clubes 2025 ha llegado en el momento perfecto para callar las voces críticas del fútbol lejos del viejo continente, y los equipos brasileños han demostrado ser más que una amenaza, cosechando grandes resultados contra equipos europeos, haciendo de “fue Europa quien inventó el fútbol, pero fue Latinoamérica quien lo hizo global” la frase más repetida desde Recife hasta Curitiba.
Hacía muchos años que el actual campeón de la Copa Libertadores no derrotaba al nuevo y flamante campeón de la Champions, terminando incluso por delante del Atlético de Madrid en el grupo de la muerte. Pero es que esta no ha sido la única de las que ya podemos dejar de catalogar como “sorpresas”; Flamengo remontó al Chelsea para liderar su grupo, además de los empates entre Dortmund y Fluminense y Palmeiras y Porto.
Brasil solo ha sucumbido en una ocasión frente a un rival del viejo continente, y lo hizo sin ninguna consecuencia, ya que solo los del Cholo Simeone saben lo que es salir victorioso frente a un equipo carioca, al hacerlo por la mínima frente a Botafogo.
A falta de la jornada definitoria en los grupos G y H, los cariocas ya conocen su calendario más próximo y con rivales de una mayor entidad para tratar de abordar unos históricos cuartos de final. Flamengo y Fluminense cargan con la cruz tras darse cita en Miami contra el Bayern de Múnich y en Charlotte frente al Chelsea, respectivamente, mientras que Palmeiras y Botafogo se medirán en Philadelphia.
Las comparaciones son odiosas
Mientras que el Brasileirao cuenta con Fluminense, Botafogo, Palmeiras y Flamengo en octavos de final, Argentina ha vuelto a dejar claro que sigue a años luz de sus homónimos latinoamericanos con Boca Juniors y River Plate apeados en primera ronda.
Desde La Canarinha no solo apuestan por el talento, sino que lo refuerzan a base de táctica y pizarra. Efectivos sistemas defensivos y precisos contrataques son la base de juego de esta nueva generación, que además gana con autoridad y buen juego.
La cuestión va mucho más lejos de este torneo; la comparativa de rendimiento entre ligas en la Copa Libertadores es odiosa. Brasil ha trabajado bien y ha elevado su techo, mientras que desde su país vecino siguen cometiendo los mismos errores. Los equipos cariocas han conquistado siete de las últimas 10 ediciones de la máxima competición latinoamericana, seguido de dos campeonatos argentinos, ambos del club Millonario en 2015 y 2018.
