El PSG no necesitó a su superestrella para conquistar Europa. La Champions llegó cuando menos se esperaba, con un equipo reinventado, un Luis Enrique que calló bocas y un grupo que jugó como equipo más que como estrellas.
¿Pero será el PSG capaz de conquista el Mundial de Clubes? El equipo parisino se presentan como favoritos según el “superordenador” de Opta los de Luis Enrique cuentan con un 18,5% de posibilidad de ganar. Y por el momento todos los torneos que han jugado se han llevado la primera posición en la tabla.
Grupo B
El PSG está dentro del Grupo B junto con el Atletico de Madrid, Botafogo de Brasil y el Seattle Sounders. El primer partido de los de Paris que abrirá el grupo será el 15 de junio a las 21:00 CEST en el Rose Bowl en Pasadena, Los Ángeles.
Un grupo competitivo en el que el Atletico de Madrid de Simeone les plantará cara y aunque sean los favoritos no lo tendrán fácil en próximos eliminatorias. Bajo la dirección de Luis Enrique, el PSG ha experimentado una notable transformación, pasando de un equipo con tendencias individualistas a uno que prioriza el juego colectivo y dinámico.
El juego del PSG
Para el Mundial de Clubes, su propuesta táctica se centrará en un fútbol ofensivo, donde la posesión del balón no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para generar constantes ataques. Una característica distintiva es la fluidez posicional de sus jugadores, especialmente en el mediocampo y el ataque.
Aunque su formación base es un 4-3-3, esta es sumamente flexible y se adapta constantemente en el campo, permitiendo a los laterales ganar mucha altura y a los extremos moverse por dentro. Sin el balón, el PSG de Luis Enrique se distingue por una presión alta y agresiva, buscando recuperar la pelota lo antes posible y forzar errores en campo contrario.
Los laterales, como Hakimi, son cruciales por su proyección ofensiva, incorporándose incluso al centro del campo para generar superioridades. A pesar de su énfasis en la posesión, el equipo también es explosivo en las transiciones rápidas, aprovechando la velocidad de jugadores como Dembélé o Barcola. Jugadores como Vitinha son piezas clave en el mediocampo, actuando como arquitectos del juego y rompiendo líneas de presión.
